Glitter: El Brillo que Contamina más de lo que Imaginas



El glitter —también conocido como purpurina, escarcha o brillantina— ha sido durante años sinónimo de celebración, color y fantasía. Lo usamos en maquillaje, ropa, tarjetas, decoración, productos escolares y hasta en arte terapéutico. Pero detrás de ese brillo irresistible se esconde un problema ambiental silencioso y profundo: el glitter es un microplástico.

¿Qué es el glitter y por qué debería importarnos?

A nivel técnico, el glitter convencional está hecho principalmente de plástico PET recubierto con aluminio u otros materiales como acrílicos o PVC. Su tamaño varía entre 50 y 600 micrones, es decir, es tan pequeño que no puede ser capturado por los sistemas de tratamiento de aguas residuales. Cada vez que te maquillas, te duchas o lavas una prenda brillante, ese glitter termina en ríos, mares, y en última instancia, en la cadena alimentaria.

¿Sabías que...?

  • En 2023, la Unión Europea prohibió el glitter suelto no biodegradable como parte de su estrategia contra los microplásticos.
  • Un estudio publicado en Nature Sustainability reveló que los glitter convencionales afectan la fotosíntesis en plantas acuáticas, alterando la dinámica de los ecosistemas.
  • La Organización Mundial de la Salud ha reconocido los microplásticos como una amenaza emergente, aunque aún se están evaluando los efectos en la salud humana.

¿Dónde lo encontramos sin darnos cuenta?

El glitter no solo está en el maquillaje. También aparece en:

  • Ropa con detalles brillantes o lentejuelas.

  • Esmaltes de uñas, stickers y decoraciones para celulares.

  • Slime, peluches, tarjetas y juguetes infantiles.

  • Cuadernos, lápices, estuches y otros productos escolares, muchas veces sin etiquetado visible.

Este uso masivo e inconsciente multiplica su presencia en el ambiente y complica su regulación.

La economía circular nos invita a repensar

Desde la perspectiva de las 9R de la economía circular, el glitter nos invita a Repensar:
¿Realmente necesitamos estos productos para expresarnos o divertirnos? ¿Podemos brillar de otra forma?

La respuesta es sí. Estas son algunas alternativas:

🌿 Glitter biodegradable

Hecho con celulosa vegetal (como la del eucalipto), este tipo de glitter se descompone en ambientes naturales.

✨ Mica natural (con precaución)

La mica es un mineral con brillo usado desde tiempos antiguos. Pero su extracción puede estar vinculada al trabajo infantil en países como India o Madagascar. Por eso, si eliges esta opción, busca siempre que sea de origen ético y trazable.

🍃 Cosméticos ecológicos sin glitter

Maquillajes con ingredientes como cacao, cúrcuma, arroz o carbón activado ofrecen alternativas naturales y compostables.

¿Y si decidimos brillar con propósito?

El problema del glitter va más allá del plástico: es un símbolo del consumo impulsivo, sin conciencia de su impacto. Pero también puede convertirse en una oportunidad para elegir mejor y apoyar marcas sostenibles, artistas circulares y emprendimientos conscientes.

¿Quieres saber más?

Te invito a ver el video que acompaña este artículo, donde explico con más detalle de qué está hecho el glitter, por qué contamina tanto y cómo podemos repensar nuestro consumo diario desde la economía circular:

👉 Mira el video completo aquí

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Entre todos podemos construir un mundo que brille... sin contaminar.

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